Historia

En los años 50, el barrio belén tenía pocas ofertas educativas, por lo que los jóvenes debían viajar al centro de la Ciudad para adelantar sus estudios en diferentes planteles; fue por ello, que el Pbro. Ignacio Duque Salazar, Párroco de Belén, decide entablar conversaciones con el institutor santandereano Manuel de J. Angarita Santiago, propietario de un colegio que funcionaba en el sector de la América, para determinar la manera de trasladar el centro docente a Belén, donde podría quedar al amparo de la Parroquia Nuestra Señora de Belén. Luego de varias conversaciones se decidió buscar el local adecuado para iniciar tareas.

En la calle 30 A, dos cuadras arriba de la Iglesia Nuestra Señora de Belén, el día 15 de enero de 1950 se abrió el proceso de matrícula, más adelante, al tanto de las dificultades locativas, el señor párroco facilita una vieja capilla, situada en la misma calle 30A, una cuadra y media abajo del Liceo, para que en ella se instalaran los cursos de 1º a 4º de Primaria. Posteriormente se iniciaron los trabajos de construcción del edificio para el Colegio. Pero fue un año después, en 1951 cuando se iniciaron matrículas con 257 estudiantes; además, hubo visita oficial en la que el grado undécimo fue categorizado como el mejor en la zona de Belén.

En 1969 el Colegio asume una estructura de educación mixta con la vinculación de alumnas al Liceo San Rafael para 4º y 5º de Bachillerato.

Por razones administrativas, hasta el año de 1994 sólo hubo Bachillerato; a partir de la fecha, con el surgimiento de la Ley de Educación 115, el Liceo emprendió la configuración de la Básica Primaria; es así, como en el año 2000 quedaron completos todos los niveles de educación: Preescolar, Básica (ciclos de Primaria y Secundaria), y Media Académica; también se implementó la jornada única como respuesta a la necesidad de mejorar la calidad de educación y con el fin de solucionar el problema de aquellos estudiantes que permanecen gran parte del tiempo solos en casa.

De todas las iniciativas y gestiones de los directivos conducidos por el Rector, el Liceo San Rafael se ha destacado en el sector por sus aportes en la formación humana y cristiana, de acuerdo a las necesidades actuales y por su nivel académico y locativo, gracias al patrocinio de la Parroquia como Madre y orientadora de sus procesos.

El Liceo San Rafael de Belén ha contado con los siguientes rectores:

  • 1950 – 1961 Manuel de J. Angarita Santiago
  • 1961 – 1980 Héctor Jaramillo Muñoz
  • 1980 – 1981 Ilustrísimo Monseñor Pablo Villegas López
  • 1981 – 1989 Ilustrísimo Monseñor Tiberio Berrio
  • 1989 – 1993 Pbro. Octavio Barrientos Gómez
  • 1993 – 1994 Pbro. Nazareno Sánchez Rivera
  • 1994 – 2009 Pbro. Rubén Darío Gutiérrez Piedrahíta
  • 2009 – 2013 Pbro. Gustavo Grisales Giraldo
  • 2013 – 2017 Mons. José Mauricio Vélez García
  • 2017 – Pbro. Bernardo Colmenares Gómez

Nuestra institución

El Liceo San Rafael, obra educativa de la Parroquia Nuestra Señora de Belén, es una institución católica que desde el Evangelio propone una formación humano-espiritual, académica-pedagógica, investigativa y pastoral, que contribuya y fomente la construcción del pensamiento crítico de los estudiantes en el desarrollo de las competencias y habilidades para alcanzar los ideales y principios lisaristas hacia la vida, la educación superior y profesional.

El Liceo San Rafael se posicionará en el 2020 (por sus 70 años) y en el 2025 (por sus bodas de diamante) como una institución educativa de calidad en sus procesos académicos y pastorales, incidiendo en las familias de los estudiantes y en la formación humano-espiritual de los educandos que, en su inserción en la sociedad y en la proyección de la educación superior puedan vivir y actuar con sentido crítico, creativo y transformador como acción evangelizadora de la Iglesia en el mundo.

Son principios institucionales, aquellos pilares que soportan toda la formación integral y la propuesta educativa del Liceo:

  • La familia
  • El humanismo cristiano
  • La escuela católica
  • La excelencia académica

Desde el grado Prejardín hasta el grado Once, se proponen los siguientes valores en el proceso de formación de la identidad Lisarista, estos se trabajan de acuerdo al grado y son exaltados cada periodo en los estudiantes:

Prejardín – Transición

  • Fe: La comprendemos como la experiencia de encuentro del hombre con Dios y como respuesta personal a su llamada a cooperar en el proyecto de la creación.

Primero:

  • Amor: Experiencia humana que se funda en la familia y se forja en el crecimiento de la persona a través de los vínculos y procesos de madurez y crecimiento en relación con Dios y sus semejantes.

Segundo

  • Fraternidad: Parte de reconocer al otro como hermano y de aprender a convivir como familia humana en sociedad.

Tercero

  • Respeto: Se comprende en la manera de llegar al otro sin atropellar su libertad, ni violar su individualidad e intimidad.

Cuarto

  • Libertad: Se ejerce en el respeto por el otro y como expresión de sí mismo al ser reconocido y aceptado como sujeto de derechos y deberes.

Quinto

  • Solidaridad: La reconocemos como una de las más grandes manifestaciones de amor que nos lleva cooperar con los demás, de “Amar sin medida”.

Sexto

  • Disciplina: Formar en el carácter a todo miembro de la familia Lisarista para que crezca en el autoconocimiento, la capacidad autocrítica y el reconocimiento de sus deberes.

Séptimo

  • Responsabilidad: Se entiende como la capacidad de responder auténticamente ante los demás y ante Dios de acuerdo a sus deberes.

Octavo

  • Creatividad: En la cultura actual se quiere potenciar la proactividad y la capacidad propositiva, contrarrestando que los medios tecnológicos han esclavizado un tanto significativo al hombre y lo han reducido a la superficialidad.

Noveno

  • Servicio: Como proyección en la formación media, se visiona desde el humanismo cristiano la capacidad de ser profesionales para servir al mundo.

Décimo

  • Proyecto de vida: En la edad en que se encuentran los estudiantes, es necesario indagar sobre el proyecto de vida de acuerdo a su perspectiva de formación.

Once

  • Orientación vocacional: Brinda elementos para un discernimiento más claro y real de las expectativas y propuestas profesionales de realización del proyecto de vida.

  • Superación académica: Distinción al propósito y deseo de mejoramiento continuo hacia la excelencia, en alcanzar al máximo las competencias del conocimiento.